Señales y síntomas de que has hecho el Camino de Santiago

La peregrinación a Santiago de Compostela marca profundamente a las personas que lo hacen. Hay muchas situaciones que muestran que hiciste el Camino de Santiago. Son características y detalles sutiles, pero que los peregrinos son capaces de reconocer rápidamente.

Situaciones que muestran que hiciste el Camino de Santiago

¿Quieres saber qué situaciones muestran que hiciste el Camino de Santiago? Este tipo de actuaciones o comportamientos harán que rápidamente otros peregrinos te identifiquen y te pregunten emocionados: ¿tú también hiciste el Camino? .

Señal nº1. Tu forma de viajar es diferente

Una de las situaciones que muestra que hiciste el Camino de Santiago es tu forma de viajar. El Camino es un viaje diferente que, sin duda, transforma considerablemente el concepto de “viajar” que tiene mucha gente.

¿Ya quieres vivir la experiencia tú también? Si estás interesado en realizar el Camino de Santiago de Sarria, nosotros te ayudamos a hacerlo realidad. Cuéntanos cuándo quieres ir y te contactaremos.

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      1. Fecha de Inicio:

      2. Número de Personas:

      1. Opciones de Camino:

      2. Régimen Alimenticio:

      1. Observaciones:

    Tu maleta siempre es pequeña

    Después de tu viaje a Santiago, tu equipaje es mucho más light que antes. Cada vez que estás preparando tu equipaje para viajar, recuerdas muy bien tu experiencia en el Camino de Santiago.

    Desde esa aventura nunca has vuelto a llenar tu maleta con porsiacasos. Sabes muy bien qué necesitas y sabes cómo solucionar cualquier inconveniente que pueda surgir con respecto a lo material.

    Tu cama, tu paraíso

    En algunos de los alojamientos del Camino de Santiago aprendiste lo incómodo que puede resultar compartir habitación con personas que tienen diferentes horarios. Muchas noches los ruidos o los ronquidos no te dejaron descansar, a pesar del cansancio.

    Algunas camas también te jugaron alguna mala pasada. Tras tantos kilómetros lo único que querías era descansar, sin embargo, tu cama era lo más incómoda del mundo.

    Después de hacer el Camino de Santiago, especialmente si has pasado mucho tiempo, has aprendido que la mejor cama es la tuya. Y lo piensas mucho, antes de escoger un alojamiento en tus viajes.

    Tienes claro que harás el Camino de Santiago

    Sí, ya lo hiciste una vez, y por eso mismo, tienes claro que regresarás. Desde que llegaste a Santiago solo piensas en cuándo tendrás tiempo de volver a escaparte al Camino.

    Haces planes sobre qué ruta a Santiago vas a hacer en esta ocasión, desde dónde empezar, etc. No sabes cuándo, pero volver, vuelves. Te lo pasaste genial y quieres repetir experiencia. Esa es la razón por la que todos los peregrinos se enganchan al Camino de Santiago.

    No te preocupa no tener a nadie con quien irte de vacaciones

    Antes cuando se acercaba la época de vacaciones y no tenías a nadie con quien viajar, te planteabas quedarte en casa. Ahora ya sabes lo fácil que es hacer amigos en el Camino. Hacer el Camino de Santiago solo, siempre es un buen plan.

    Ves los paisajes de otro modo

    Durante tu peregrinación a Santiago descubriste la maravilla que supone atravesar lentamente los paisajes, en lugar de sencillamente visitarlos. Desde entonces, siempre que ves un paisaje, yendo en coche, piensas en lo bonito que sería recorrerlo.

    Señal nº2. Tu concepto de “distancia” es diferente

    Sin duda, las distancias que se hacen en el Camino de Santiago son muy grandes. Muy pocos peregrinos habían hecho frente a tantos kilómetros antes.

    Señales de que fuiste peregrino

    Después de caminar hasta Santiago, la percepción de la distancia cambia totalmente. A continuación, te ilustramos algunas situaciones que muestran que las distancias que hiciste en el Camino de Santiago, te afectaron.

    Qué es lejos y qué es cerca

    Antes alguien te decía que determinado lugar estaba a 2 kilómetros de distancia y te parecía que estaba muy lejos. Ahora “a dos kilómetros de distancia”, te parece que está a la vuelta de la esquina.

    Es normal, en el Camino de Santiago cuando te quedan dos kilómetros para completar una etapa, piensas: “ya estoy ahí, ¡etapa completada! ” ¿Qué son 2 km respecto a 20 kilómetros?

    Los kilómetros no te asustan

    Antes de hacer el Camino, 5 kilómetros te sonaban a día de excursión. Ni de broma se te hubiese ocurrido hacer 5 km a menos que fuese en una salida planificada, para la que te preparabas como si fueses a pasar todo el día caminando.

    Ahora oyes 5 kilómetros y piensas: “¡nada, un paseíto de una hora!, me vendrá bien estirar las piernas”. Ya no te asustan las distancias, sabes que eres capaz de recorrer muchos kilómetros al día. Después de hacer etapas de 25 ó 30 kilómetros en el Camino de Santiago, cualquier distancia no te impresiona.

    Eres un experto en tiempos

    Antes de hacer el Camino de Santiago no tenías ni idea de cuántos kilómetros se pueden hacer en una hora. Sin embargo, ahora, cada vez que alguien menciona una distancia, tú comentas el tiempo que tardarías en hacerla a pie.

    Señal nº3. Perteneces a algo

    Cuando algún amigo o amiga te presenta a alguien nuevo es frecuente que utilice tu peregrinación a Santiago como nexo, si ambos habéis hecho el recorrido. “también hizo el Camino de Santiago” son las palabras mágicas para que se produzca el milagro.

    No sabes por qué, pero el simple hecho de que haya hecho el Camino de Santiago, hace que ya te caiga bien. De alguna extraña manera sientes que esa persona tiene algo en común contigo.

    La conversación no tardará en llegar. Hablarán sobre la ruta que hicieron, las etapas, los aprendizajes que cada uno hizo en el Camino, etc. Incluso es posible que si hace mucho que hicisteis el Camino de Santiago, acabéis hablando de Zapatones.

    Si los dos habéis hecho el Camino Francés, cosa que es muy probable, ya que el el Camino más transitado, la conversación puede alargarse durante horas. ¡Hay tanto que decir sobre esa ruta!.

    ¿Sabes por qué pasa esto? Si no lo sabes, te lo decimos nosotros. Cuando haces el Camino de Santiago pasas a formar parte de la fraternidad del Camino. No importa cuánto tiempo pasaste en el Camino, ni qué ruta hiciste, tienes un vínculo con todos los peregrinos de todos los tiempos. Es uno de los milagros de la peregrinación jacobea.

    Señal nº4. Eres todo un sabueso de señales

    La señalización del Camino de Santiago te ha transformado en una persona mucho más observadora. Quien no te conociese antes de tu aventura, quizás no se dé cuenta, pero tus amigos de siempre, seguro que sí lo habrán hecho.

    Eres súper fan de las flechas amarillas

    Otra de las situaciones que muestran que hiciste el Camino de Santiago, es que poco después de volver a casa, aún tienes la sensación de ver flechas amarillas por todos lados. Al principio, extrañas caminar por la calle y no encontrarlas.

    senales del Camino de Santiago

    Con el tiempo, te vuelves a habituar a que no estén en tu día a día. No obstante, cada vez que visitas una ciudad nueva piensas en lo fácil que sería visitarla siguiendo las flechas amarillas. Era fantástico cruzar las ciudades como si supieses en todo momento a dónde ibas, sin necesidad de usar un mapa.

    Cada vez que encuentras una flecha amarilla, te sorprende. Para ti, las fechas amarillas pertenecen al Camino de Santiago. Igualmente, te encanta encontrarlas, cada vez que ves una te vienen buenos recuerdos a la mente.

    ¿Cuánto has tardado en ver la flecha amarilla en el árbol? Si no has ido nunca al Camino de Santiago esta foto no te dice nada. Pero si hiciste el Camino de Santiago sabes perfectamente que la imagen pertenece a una de las rutas jacobeas. Las flechas amarillas son inconfundibles.

    Las marcas del GR

    Antes de hacer el Camino de Santiago, cuando salías de excursión con tus amigos, nunca te fijabas en las señales del GR, ni en ninguna otra. Ahora no se te pasa ni una. Todas las marcas de senderismo te son familiares.

    ¡Atención un desvío!

    Más de una vez, en el Camino de Santiago, te saltaste algún desvío y seguiste recto. Eso provocó que tuvieses que desandar tus pasos, incrementando así el número de kilómetros de la etapa. Este tipo de despistes se pagan así.

    Ahora, cada vez que sales de excursión pones especial atención a los desvíos. Si no hay ningún tipo de señalética, te detienes unos minutos a analizar la situación. ¡Nada de caminar en vano!

    ¡Mira!… una vieira

    Para localizar las famosas vieiras también te has vuelto todo un experto. Cuando alguien la lleva colgada de su mochila, en un tatuaje, una camiseta, etc. Las ves a kilómetros. Probablemente, antes de hacer el Camino de Santiago, ni sabías cómo se llamaba esa concha, pero ahora te encanta.

    Señal nº5. Una parte de tu corazón está muy lejos

    Otra de las situaciones que muestran que hiciste el Camino de Santiago es que seguro hay alguien a quien le tienes un enorme cariño, pero vive muy lejos. Probablemente, durante el recorrido, conociste a alguien que te marcó. Alguien a quien no has vuelto a ver, pero te acuerdas de esa persona frecuentemente.

    Ese amigo de Facebook

    Hay una persona que conociste en el Camino de Santiago y con la que compartiste muchos kilómetros y confidencias. A pesar del poco tiempo que pasaron juntos, tú lo consideras un gran amigo o amiga.

    No sabes muy a menudo de esa persona, pero cada vez que ves una publicación suya en el Facebook o te envía un Whatsapp, te alegras muchísimo. Siempre te gusta tener noticias de tu amigo o amiga del Camino de Santiago.

    Aquel ligue

    Que sí, que en el Camino de Santiago, a pesar de las pintas, ligar está a la orden del día. En una ruta, transitada por tanta gente, las posibilidades de conocer a alguna persona interesante son muy altas, incluso si no andas buscando nada.

    Seguro que en el Camino encontraste a alguien que te llamó la atención o a alguien que se fijó en ti. Independientemente de lo que pasase entre vosotros, siempre recordarás a esa persona que te puso ojitos.

    ¿Te reconoces en alguno de los síntomas anteriores? ¡Claro que sí! Si has hecho el Camino de Santiago seguro que te has sentido identificado con alguna de las situaciones.

    Comparte con tus amigos del Camino de Santiago este artículo, así sabrás si a ellos también les pasa. Además, tendrás la excusa perfecta para saludarlos. ¿Cuánto tiempo hace que no habláis? ¡Cuídalos! Las amistades que crea el Camino de Santiago son muy valiosas.

    Antes de despedirnos, queremos recordarte que si quieres volver al Camino de Santiago, a hacerlo por segunda o por tercera vez, puedes contar con nosotros para que te acompañemos. Llámanos.

    ¡Ah! ¡Que aún no has hecho nunca el Camino de Santiago! ¿Y a qué esperas? Revisa estas 10 razones para peregrinar a Santiago y comienza a organizar tu peregrinación con nuestra guía de preparativos para el Camino de Santiago.

    ¡Buen Camino!