Catedral de Santiago: origen e historia

La Catedral de Santiago, el destino de todos los peregrinos, cuenta con una larga historia. Una historia casi tan larga como la del Camino de Santiago. De hecho, su origen se remonta al descubrimiento de los restos del apóstol Santiago el Mayor.

La Catedral de Santiago, el destino de todos los peregrinos, cuenta con una larga historia.

En nuestro blog del Camino de Santiago ya dedicamos un post a la riqueza arquitectónica del templo más grande de España dedicado al apóstol Santiago. En él ya te avanzábamos una breve historia sobre los orígenes de la Catedral de Santiago.

En este artículo queremos profundizar en los hechos históricos que han marcado el devenir de la Catedral de Santiago, desde su construcción primitiva, en el siglo IX, hasta la impresionante Catedral que se puede observar en la actualidad. Continúa leyendo y descubre todos los detalles de la historia de la Catedral de Santiago: el corazón de la ciudad de Compostela.

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    Origen de la Catedral de Santiago de Compostela

    En el año 823 un ermitaño, conocido como Pelayo (o Paio) observó unos destellos que provenían de la profundidad del bosque. Tras observarlos durante diversos días, Pelayo informó a Teodomiro, obispo de Iria Flavia, sobre el hecho.

    Juntos comenzaron a investigar de dónde provenían la luces. Fue así como descubrieron, el Arca Marmárica, el mausoleo romano que custodiaba los restos del apóstol Santiago.

    Ésta había caído en el olvido tras la muerte de los dos discípulos que velaron los restos del santo, desde que su cuerpo fue enterrado en Galicia, allá por el año 44 d.C. Con el paso del tiempo, el Arca Marmárica había quedado cubierta por la tierra.

    Si quieres saber más sobre la cómo fue la muerte del apóstol y cómo sus restos llegaron a Galicia, puedes consultar la el post que dedicamos a la historia de Santiago el Mayor. En él te explicamos todo sobre la vida y muerte del santo.

    Dado que el descubrimiento se realizó gracias a las luces resplandecientes que observó el ermitaño, los destellos fueron interpretados como señales divinas. Eso llevó a denominar al lugar como Campus Stellae (Campo de Estrellas), de donde proviene el actual nombre de Compostela.

    Cuando el obispo Teodomiro informó al monarca de la época, Alfonso II, éste no tardó en emprender un viaje a pie desde Oviedo, para confirmar con sus propios ojos el descubrimiento. Tras constatar que los restos que se hallaban allí pertenecían al santo, ordenó construir, sobre el Arca Marmárica, una pequeña iglesia para custodiar el sepulcro.

    El origen de la Catedral de Santiago se remonta al descubrimiento de los restos del apóstol Santiago el Mayor.

    Este templo fue el origen de la Catedral de Santiago. A partir de ahí, se fue ampliando y reformando la iglesia, hasta llegar a la actual Catedral.

    Historia de la Catedral de Santiago

    Por tanto, para entender la historia de la Catedral de Santiago es necesario hablar de los cuatro templos primitivos que antecedieron a la actual basílica. A continuación te hablamos de cada uno de ellos.

    Arca Marmárica (44 d.C.)

    En el año 1879, durante unas excavaciones realizadas en el ábside de la Catedral de Santiago, se encontraron los restos del primer sepulcro del apóstol Santiago: el Arca Marmárica. Este hecho permite, en la actualidad, ubicar el origen de la historia de la Catedral de Santiago en la mismísima Arca Marmárica.

    Hoy se sabe que este mausoleo contaba con una plata de ocho metros en cada uno de sus lados y con un cuerpo central rectangular, construido con sillares de piedra. El altar estaba formado por una losa lisa, colocada sobre un fuste de piedra.

    Durante las excavaciones también se observó la presencia de un pórtico con columnas y de muros exteriores realizados en mampostería. La tapa del sepulcro del apóstol estaba decorada con una orla de mosaico.

    Año 823: la iglesia de Alfonso II

    Muchos estudiosos ubican el origen de la historia de la Catedral de Santiago en la iglesia que ordenó construir Alfonso II, tras el descubrimiento del sepulcro. Esto se debe a que fue a partir de ese momento cuando comenzó la historia de la Catedral de Santiago, como destino de peregrinación.

    Sin embargo, la iglesia que ordenó construir Alfonso II respetó bastante la estructura del Arca Marmárica. Mantuvo la antigua celda del sepulcro, aunque derruyó las columnas, y con un muro, en forma de nave, cercó el templo original y lo techó con madera.

    Año 899: la iglesia de Alfonso III

    El creciente número de peregrinos que llegaba en aquella época al templo que custodiaba el sepulcro del santo, obligó a que, durante el reinado de Alfonso III, la iglesia fuese ampliada. Se levantó, entonces, un tercer templo que custodiase la sepultura de Santiago el Mayor.

    El tercer templo en la historia del Catedral de Santiago era mucho más amplio que el anterior y de estilo prerrománico. Su estructura estaba formada por una planta con tres naves, donde la antigua iglesia quedaba integrada en el presbiterio. Por tanto, no se tocó el sepulcro del apóstol y de sus discípulos.

    En la cabecera central del templo, se levantó un altar en honor a San Salvador y en los laterales, uno dedicado a San Juan y otro a San Pedro. Según recoge la historia, la consagración de este tercer templo precursor de la Catedral de Santiago se realizó en el año 899.

    Año 1000: La iglesia del obispo Pedro de Mezonzo

    Durante el verano del año 997, la ciudad de Santiago de Compostela fue atacada por el líder del Califato de Córdoba, Almanzor. El asalto se produjo después de que el obispo Pedro de Mezonzo evacuase a sus habitantes, ante la sospecha del inminente ataque de los musulmanes.

    Almanzor y su ejército quemaron la iglesia que había donado Alfonso III. Por suerte, respetaron el sepulcro del apóstol Santiago, que se encontraba en el presbiterio dentro de la iglesia que había construido Alfonso II y protegido por el Arca Marmárica.

    Que la tumba del apóstol no fuese pasto de las llamas permitió que se conservase la tradición del Camino de Santiago. Pero obligó a construir un cuarto templo que custodiase el sepulcro: el cuarto en la historia de la Catedral de Santiago.

    Las campanas del antiguo templo también se salvaron. Éstas fueron tomadas como rehén por los musulmanes y transportadas hasta Córdoba.

    Año 1075: el templo definitivo

    En los años de esplendor del Camino de Santiago, era común que muchos peregrinos durmiesen en el interior de la iglesia, al llegar a Compostela. Esto unido a la creciente popularidad de la peregrinación jacobea, hacía que el templo continuase siendo pequeño para acoger el alto número de feligreses.

    En el año 1075, bajo el mandato del rey Alfonso VI el Bravo y con el impulso del obispo Diego Peláez, se puso la primera piedra para la construcción de un nuevo templo que custodiase los restos del apóstol Santiago. La iglesia definitiva en la historia de la Catedral de Santiago.

    Tras ésta se han acometido sucesivas y numerosas reformas, pero la planta que presenta la Catedral de Santiago, en la actualidad, se corresponde con el templo de 1075. Este hecho puede llevar a afirmar que el origen de la Catedral de Santiago se remonta a esta fecha.

    Para entender la historia de la Catedral de Santiago es necesario hablar de los cuatro templos primitivos que antecedieron a la actual basílica.

    La iglesia que se levantó era de estilo románico y su diseño se basó en la Iglesia de San Sernín de Toulouse. La construcción se realizó, fundamentalmente, en piedra.

    Historia de la construcción de la Catedral de Santiago

    La consagración de la iglesia que se comenzó a construir en 1075 no se produjo hasta el año 1211. Este largo período constructivo se explica por las numerosas intrigas políticas y dificultades arquitectónicas de la época.

    Inicio de las obras

    Según recoge el Códice, el inicio de obras estuvo a cargo del maestro Bernardo el Viejo. Bajo sus órdenes estaba el ayudante Galperinus Robertus y unos 50 canteros.

    Este equipo de trabajo avanzó las obras durante la primera década de construcción de la Catedral de Santiago. Posteriormente, en el año 1088, el obispo Diego Peláez fue destituido y las obras se paralizaron.

    Los tiempos de Diego Gelmírez

    Cinco años después, Diego Gelmírez, el nuevo administrador de la diócesis, y Dalmacio, el nuevo obispo, dan un fuerte impulso a la construcción de la Catedral de Santiago. El encargado de la obra en esta ocasión era el maestro Esteban.

    Abandono del maestro Esteban

    En el año 1101, el maestro de obra abandona la ciudad. En ese momento, las capillas del deambulatorio estaban terminadas y se había comenzado a trabajar en la fachada de las Platerías.

    Principios del siglo XII

    Durante la primera mitad del siglo XII, las obras fueron avanzando con regularidad. En diversas ocasiones se vieron paradas por faltas de recursos económicos, pero gracias a la gran cantidad de donativos que recibía el templo, era posible, reanudar, rápidamente, las obras.

    Durante ese período se trabajó gran parte de la construcción de la Catedral de Santiago, como los brazos del crucero y seis tramos de la nave. La Puerta de las Platerías y la de la Azabachería se deben a esta época.

    La Puerta de las Platerías quedó concluida en el año 1104, pero nuevamente la historia de la construcción de la Catedral de Santiago sufrió un revés. Un incendio originado durante una revuelta popular provocó graves daños en la Puerta de la Azabachería, obligando a reconstruirla.

    Los elementos decorativos de ésta, que se salvaron del fuego, fueron añadidos a la Puerta de las Platerías. Es por eso, que en la actualidad, se puede observar un extraño conjunto ornamental en esta fachada de la Catedral de Santiago.

    Segunda mitad del siglo XII: la obra de Mateo

    El lugar donde se levanta la Catedral de Santiago presenta una fuerte inclinación en el terreno. Eso provocó que antes de la finalización de obras, aflorasen problemas estructurales que amenazaban con el derrumbe del templo.

    Solventar la tendencia al desplazamiento que provocaba la pendiente supuso un gran reto para los maestros de la época. Fue bajo el mandato de Fernando II de León, en el año 1168, cuando uno de los constructores que más influiría en la historia de la construcción de la Catedral de Santiago se incorporó a la obra: Mateo.

    El maestro Mateo era un arquitecto y escultor excepcional para la época. Su ingenio y sus avanzados conocimientos en ciencia, traídos de Francia, dieron solución al grave problema de estructura que afectaba a la Catedral de Santiago.

    El constructor francés ordenó derribar los pies de la Catedral y su antigua fachada. En su lugar, diseñó un enorme pórtico que se alzaba sobre una cripta. Esta estructura de dos pisos permitió dar respuesta al desnivel que presentaba el terreno, la cual fue reforzada con dos torres que funcionaban como contrafuertes.

    No obstante, el gran legado de Mateo en la historia de la construcción de la Catedral de Santiago es el Pórtico de la Gloria, finalizado en el año 1180. Una de las obras escultóricas más ricas del arte románico europeo.

    Siglo XIII: consagración de la iglesia

    Finalmente, se puede decir que la historia de la construcción de la Catedral de Santiago concluye en el año 1211, momento en el que se consagra la iglesia. En esa fecha, el Camino de Santiago ya había alcanzado tanta popularidad, que la Catedral de Santiago ya contaba con el privilegio de celebrar el Año Santo Jacobeo.

    Historia de las reformas de la Catedral de Santiago

    La historia de las obras de la Catedral de Santiago no finaliza con su consagración. La prosperidad que alcanzó la ciudad de Santiago de Compostela durante los años de esplendor del Camino de Santiago, hizo que se acometiesen un amplio número de reformas.

    Todas ellas destinadas a conservar y embellecer el templo, aunque algunas acabaron modificando considerablemente su estructura. A continuación te contamos algunas de las reformas más importantes.

    Siglo XV

    Se reforma la estructura de la Capilla de Nuestra Señora Blanca. También se construyó la Capilla de la Comunión.

    Siglo XVI

    Se colocan las puertas exteriores de la Catedral. Esta modificación cambió el uso que históricamente se había hecho de la Catedral.

    Hasta ese momento el templo permanecía abierto día y noche, por lo que muchos peregrinos dormían en el interior de la Catedral. A partir del año 1768, quedó prohibido dormir en su interior.

    Siglos XVII y XVIII

    En el año 1694, se comienza la construcción de la Capilla del Pilar y, en 1700, se finalizan las últimas obras de la Fachada de la Quintana.

    Podríamos extendernos hasta el infinito hablándote de todas las reformas que ha experimentado la Catedral de Santiago a lo largo de su historia, pero no queremos aburrirte. Esperamos que te haya gustado el artículo, si es así, te animamos a que lo compartas en Facebook.

    Para despedirnos, solo recordarte que si te gustaría hacer el Camino de Santiago con el apoyo de una entidad especializada en el mundo jacobeo, Santiago Ways es tu agencia. Ponte en contacto con nosotros y vive una experiencia mágica.

    ¡Buen Camino!